Tanda extendida o jornada completa.
La jornada escolar completa es una vieja aspiración de diversos sectores del país.
Entre los qué del 4%, presentado por la ADP y el Centro Cultural, los candidatos presidenciales de 2008, estaba la jornada completa o tanda única.
Con ella se reivindica la posibilidad de que la escuela pueda contar con una oferta curricular, que además de las asignaturas básicas, incluya Educación Cívica, Educación Sexual, talleres de música, pintura, teatro, danzas, gimnasia y todas las disciplinas de la Educación Física.
Igual, que maestras y maestros dispongan de tiempo pagado para planificar su trabajo educativo, socializar, reflexionar colectivamente e innovar sus practicas pedagógicas, atender necesidades de aprendizaje individual de los alumnos y alumnas que lo requieran, compartir con madres y padres la situación de aprendizaje de sus hijos e hijas, entre otras.
El programa de Tanda Extendida, que sin duda recibió mayor impulso en el año escolar que discurre, sólo ha significado más tiempo de las y los estudiantes en el centro educativo, esto es bueno, pero no suficiente; importa mucho qué se hace en ese tiempo, cómo y en qué condiciones.
Extender el tiempo que permanecen los niños, niñas y jóvenes en la escuela sin ampliar la oferta curricular, sin crear condiciones mínimamente adecuadas para su funcionamiento, puede servir para ofrecer alimentos a la población estudiantil, algo bueno sin duda, pero no para responder a los propósitos de mejora que se reclama al sistema educativo ni al interés de proveer la formación integral que se reivindica.
Las escuelas que han iniciado la modalidad de Tanda Extendida, en su inmensa mayoría, no han podido incorporar los talleres que le aporten el sentido de integridad a la formación que ofrecen a los educandos.
Las y los docentes, lejos de disponer del tiempo aludido para la planificación de su trabajo, han debido asumir tareas impropias de su rol: servir almuerzo, organizar las filas para el retiro de alimentos, organizar el lavado de los utensilios, cuidar los alumnos mientras ingieren la dieta, etc. “No tenemos tiempo ni para respirar”,” dicen algunos.
La situación se agrava para las y los profesores, muchos de los cuales renunciaron a una tanda en el sector privado para incorporarse a la Tanda Extendida y todavía no han recibido su salario, pese a los anuncios hechos por las autoridades.
Ojala que la Tanda Extendida se traduzca en jornada completa para bien de nuestros niños, niñas y jóvenes, para que mejoren las condiciones de trabajo de las y los docentes y para tener procesos y resultados educativos cualitativamente mejores, son nuestros mejores deseos.
Extraído de http://eldia.com.do/tanda-extendida-o-jornada-completa/